lunes, 10 de noviembre de 2014

El embarazo y el parto: Ruptura prematura de membranas (RPM)


Durante el embarazo, el bebé está rodeado por el útero en la bolsa amniótica (conocida también como “bolsa de aguas”), que protege al bebé suavizando los impactos. La ruptura prematura de membranas (RPM, conocida también como “rotura de aguas”) ocurre cuando la bolsa amniótica se rompe antes de empezar el trabajo de parto. Normalmente, la bolsa amniótica se rompe después de empezar las contracciones del trabajo de parto. Si la RPM ocurre en la semana 37 de gestación o antes, se conoce como RPM pretérmino.
Corre usted el riesgo de una RPM?
Los médicos no están seguros de cuál es la causa de la RPM, pero ciertos factores parecen aumentar el riesgo de que ocurra. Los principales factores de riesgo de la RPM son los siguientes:
  • Falta de atención prenatal
  • Fumar durante el embarazo
  • Peso corporal insuficiente
  • Sangrado vaginal durante el segundo o tercer trimestre
  • Presencia de una enfermedad de transmisión sexual (ETS)
  • Estar embarazada de más de un bebé
  • Haber tenido ciertos procedimientos médicos como una amniocentesis (una prueba en la que se toma una muestra de líquido amniótico) o un cerclaje cervical (sutura del cuello uterino para mantenerlo cerrado durante el embarazo)
    Seguir leyendo

Riesgos asociados con la RPM

La RPM puede causar problemas serios como los siguientes:
  • Ciertos microbios pueden desplazarse desde la vagina hasta el útero y provocar una infección peligrosa.
  • El cordón umbilical puede quedar oprimido, reduciendo así el aporte sanguíneo al bebé.
  • La placenta puede desprenderse de la pared uterina (abrupción placentaria), lo cual puede dar lugar a sangrado grave. 
  • El bebé puede nacer prematuramente, y esto puede causar problemas respiratorios y del sistema nervioso.

Síntomas de la RPM

El síntoma principal de la RPM es la pérdida de líquido amniótico por la vagina. Este líquido puede ser de color transparente o amarillo claro, y su pérdida continúa porque el bebé lo sigue produciendo. Otros síntomas son el sangrado vaginal y dolor en la parte inferior del abdomen o de la espalda. Si tiene cualquiera de estos síntomas, llame de inmediato a su proveedor de atención médica.

Evaluación de la RPM

Su proveedor de atención médica le hará preguntas acerca de sus síntomas. Mencione si ha tenido recientemente contracciones, sangrado vaginal, relaciones sexuales o fiebre. El proveedor de atención médica hará lo siguiente:
  • Un examen de la vagina y del cuello uterino.
  • Tomará una muestra de fluido vaginal y la examinará para ver si contiene líquido amniótico.
  • Una ecografía para medir la cantidad de líquido amniótico en el útero.
  • Monitorización de la frecuencia cardíaca y otros signos vitales del bebé.

Tratamiento de la RPM

La RPM se trata según la semana de gestación en que usted se encuentre.
  • Si está en la semana 34 o antes, probablemente ingresará en un hospital. Le administrarán antibióticos para prevenir infecciones, y también es posible que le den medicamentos esteroides para facilitar la maduración de los pulmones del bebé. A continuación, usted y el bebé serán examinados cuidadosamente para ver si hay señales de infección. También se examinarán los pulmones del bebé para determinar si se están desarrollando adecuadamente. Una vez que los pulmones del bebé hayan madurado, probablemente le inducirán el parto.
  • Si está entre las semanas 34 y 37 de gestación, probablemente le inducirán el parto.
  • Si está en la semana 37 o más tarde, su proveedor de atención médica probablemente dejará que el parto se produzca por sí mismo.

Visitas de control

Trabaje en colaboración con su proveedor de atención médica. Juntos podrán tomar las medidas necesarias para evitar las complicaciones de la RPM y proteger su salud y la de su bebé.
Mas información en el siguiente enlace

No hay comentarios:

Publicar un comentario